Aprendiz de la vida

Sobre el pensamiento mágico y lo que deseamos

"Ten cuidado con lo que deseas, porque se podría cumplir."

No pude rastrear el origen exacto de la frase. Algunos dicen que es de Oscar Wilde, mientras que otros se la atribuyen a la sabiduría china. Sea como sea, es algo que todos hemos escuchado y dicho alguna vez. Esta frase no me encanta, pero debo hacer una precisión: a como yo lo veo, puede entenderse de dos formas.

En primer lugar, tenemos la interpretación de que no siempre dimensionamos la complejidad de situaciones que, en primera instancia, vemos como deseables. La figura del genio astuto es la máxima expresión de ello. Por ejemplo, muchos quieren ser millonarios, pero pierden de vista que eso implica muchas más responsabilidades: más gente depende de sus decisiones, además de que deben saber generar y mantener la riqueza. Quien quiere tener más tiempo con su pareja puede llegar a perder de vista que ese tiempo no lo dedicará a la familia, los amigos o algunos de sus hobbies. Volviendo con el genio astuto, podría conceder tu deseo de ser el mejor cantante del mundo haciendo a todos los demás mudos. En resumen, todo viene con un costo. Para aceptar algo, debes sacrificar otra cosa.

La segunda acepción de la frase es con la que tengo un problema. Es la creencia de que, al decir algo, lo estás manifestando y que es este acto el que desencadena la consecuencia. ¿Querías pasar más tiempo en casa? Concedido, ahora hay una pandemia que te impide salir. Hay una línea, a veces confusa, entre idear algo y cambiar tus acciones para hacer más probable que se cumpla, y la llamada "ley de la atracción". Ten cuidado con lo que piensas, porque si lo piensas demasiado, lo vas a provocar.

No me malinterpreten, soy consciente de que una mentalidad correcta es fundamental para alcanzar nuestros objetivos. El error, desde mi punto de vista, es caer en el pensamiento mágico de creer que el simple hecho de pensar en una consecuencia hará que se cumpla. Para verlo más claro, si alguien quiere bajar de peso, es indispensable que tenga una mentalidad enfocada. Sin embargo, lo que hará que esta persona cumpla su objetivo no será el pensar en bajar de peso, sino aterrizar esos pensamientos en acciones concretas: mejorar su dieta, inscribirse a un club deportivo y llevar un control semanal de su peso. Evidentemente, pensar en bajar de peso hará más probable que la persona tome acción, pero lo que dará resultados son las acciones.

También solemos perder de vista nuestros sesgos. Si todo el día estás pensando en autos rojos, empezarás a notar más autos rojos que antes. No es que antes no hubiera y ahora sí, simplemente ahora les estás prestando atención. La combinación entre nuestros sesgos y obsesiones es lo que nos hace percibir que todo se debe a un simple pensamiento. No es así; hay muchos más factores de por medio que no notamos.

No somos genios que cumplen deseos y no debemos sentirnos tan poderosos como para pensar que nuestros pensamientos cambiarán el orden natural del cosmos. Más bien, debemos entender que las cosas no siempre son tan simples como pensamos y pueden traer consecuencias indeseadas. De ahí la importancia de asesorarnos con gente más experimentada que nosotros y mantenernos curiosos. Además, debemos comprender que nuestros pensamientos, aunque son el punto inicial, no atraen las cosas por sí solos. Enfoquémonos en aquello que sabemos que sí podemos cambiar. No tengan miedo con lo que desean porque su mero pensamiento no lo va a cumplir.