¿Por qué Sherlock Holmes era el mejor detective del mundo?
Ayer leí el último cuento de un libro. Cuando regresaba el libro al estante, vi de reojo a un viejo conocido. Un amigo que me introdujo al maravilloso mundo de las historias de misterio. Gracias a él, nació en mí un amor por los relatos de detectives y me dejé hipnotizar por sus soluciones tan creativas. Un ser racional, que de los detalles más insignificantes podía obtener las conclusiones más acertadas. Estoy hablando de Sherlock Holmes.
Sherlock Holmes es un personaje que me gusta mucho, al menos la versión de los cuentos. Aficionado a la química, culto a más no poder e inteligente. Es un perfil que, lo que tiene de lógico, lo tiene de creativo. Gran inspiración para otros que llegaron después. Y, a pesar de que podríamos hacer un análisis detallado de cualquiera de sus historias, me quiero centrar en la frase que más me impactó.
Parafraseando: ¿Sabes por qué soy el mejor detective del mundo? Porque, a diferencia de la mayoría de la gente, ajusto mi relato a los datos, no los datos a mi relato.
Una frase extremadamente poderosa que encierra los dos tipos de pensamiento de la humanidad. Pensemos en alguna opinión que nos hemos formado. Ahora, recordemos qué argumentos tenemos para sustentarla. Lo más seguro es que pensemos que nuestras propias opiniones (relato) siguen los datos reales. Si esto es así, ¿por qué hay gente racional que piensa lo contrario? Si escuchamos opiniones ajenas, nos es fácil darnos cuenta de cuánto malinterpretan la información. Sin embargo, ¿cómo podemos asegurar que nosotros no hemos hecho lo mismo?
Además de las opiniones, también se me vienen a la mente la interpretación que tenemos del mundo, la religión que profesamos, los valores que adoptamos, la identidad que nos formamos...
¿Cuántas ideas no tomamos en cuenta? ¿Cuántos discursos censuramos? ¿Realmente estamos tomando en cuenta todos los factores? Nuestra vida no es un cuento de misterio, pero vale la pena pensar en qué relatos nos hemos estado contando con los datos que tenemos.